Comienzo del juego

En el marco del “Año Cortázar” en el que se conmemoran los 110 años de su nacimiento y los 40 de su muerte, el Centro Cultural Recoleta presenta una gran exposición multidisciplinaria e interactiva dedicada a la vida y obra del escritor argentino e inspirada en su imaginario.

El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires viene desarrollando a lo largo del año una serie de homenajes al autor de “Rayuela”. El Recoleta le dedicó ciclos de cine, charlas con escritores, artistas y críticos y corona el año con esta exhibición titulada “Comienzo del juego”, que se despliega en el amplio espacio bautizado en 1994 en su honor como salas Cronopios, J y C.  

Las salas J y C, curadas por los críticos literarios Maximiliano Tomas y Pablo Gianera respectivamente, están dedicadas a la vida y obra de Cortázar a través de un abanico de elementos diversos y en muchos casos inéditos. Desde fotografías y objetos personales que se exhiben por primera vez hasta dibujos de su autoría, cartas manuscritas y mecanografiadas, dos cortometrajes realizados para esta muestra por el cineasta Eduardo Montes-Bradley en base a imágenes registradas por el propio Cortázar, una instalación sonora, audios originales y una selección de fragmentos de su obra.

La sala J se centra en los años de su infancia en Banfield y de su juventud, cuando ejerció la docencia, escribió sus primeros textos, comenzó a publicar y desarrolló una pasión voraz y ecléctica por la lectura. La sala C refleja su vida en París, donde llegó en 1951 a los 37 años y se consagró como escritor. 

Un gran túnel ideado por el curador Rodrigo Alonso en Cronopios une las dos salas laterales. No es caprichosa la idea de un túnel que funcione como pasaje, ya que se trata de un concepto esencial en la obra cortazariana. Que el visitante pueda recorrerlo sin seguir un único sentido sino múltiples, dejándose llevar de manera azarosa y lúdica por ese camino serpenteante, llegando a diferentes espacios, se vincula con el carácter lúdico y fantástico de muchos de sus cuentos y novelas.

El público se encontrará allí con obras de artistas argentinos de distintas generaciones: Marta Minujín, Edgardo Giménez, Pablo Suárez, León Ferrari, Graciela Taquini, Jorge Macchi, Fermín Eguía, Paula Toto Blake, Nadia Guthmann, Gisela Banzer y Mildred Burton, entre otros. Un total de 25 creadores (hay un único extranjero, el chileno Hugo Covarrubías) presentan sus creaciones en esta sala imbuida de un espíritu de divertimento y fantasía. 

Para el Centro Cultural Recoleta es una satisfacción realizar esta muestra que honra a uno de los escritores argentinos más admirados por los lectores de todo el mundo, cuya imaginación abrió las puertas a universos insospechados y cuya lectura deparó momentos de enorme felicidad. 

Curadores: Maximiliano Tomas (Sala J), Rodrigo Alonso (Sala Cronopios), Pablo Gianera (Sala C).

Diseño Expositivo en Salas J y C: Marius Riveiro Villar y Luis Gimelli.

Producción General: Juliana Barbone.

Coordinadora de Artes Visuales: Verónica Otero.  

Revisión de textos: Carolina Prieto.

Agradecimientos
Centro de Arte Moderno (Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón, Madrid), Eduardo Montes-Bradley, Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Academia Nacional de Bellas Artes, Conexión Buenos Aires-Madrid (María Victoria Alcaraz), Galería Francisco Traba, Fundación Federico J. Klemm, Ignacio Liprandi, Inés Vega, Acción Cultural, Gabriel Vázquez, Galería Daniel Mamann, Daniel Fischer, Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo, Penguin Random House, a los artistas que participan y al equipo del Centro Cultural Recoleta.

Artistas en Sala Cronopios
Florencia Almirón, Manuel Ameztoy, Gisela Banzer, Abril Barrado, Mildred Burton, Jorge Castro, Roberto Cenderelli, Hugo Covarrubias, Fermín Eguía, Gerardo Felstein, León Ferrari, Edgardo Giménez, Sebastián Gordín, Nadia Guthmann, Irene Lasivita, Jorge Macchi, Marta Minujín, Diego Pogonza, Inés Raiteri, Hugo Sbernini, Marcela Sinclair, Elsa Soibelman, Graciela Taquini, Pablo Suárez y Paula Toto Blake.