Los Chicos Rubios

“Los Chicos Rubios” es una novela donde los personajes que la componen tienen como propósito moral de vida ser felices, con la razón como estandarte y el éxito productivo como su actividad, siendo el corazón el motor que los moviliza y les da la tracción que necesitan para salir adelante. Sebastián, un hombre de 37 años es quien a través de diálogos - por momentos ridículos – y de su forma de ser inmadura en comparación a su hijo Aurek, quien está pronto a cumplir los 17, va mostrando a los lectores el camino de lo que ha sido su vida y como la misma cambia a partir de conocer a Olegario, el hombre que se convertirá en compañero de aventuras y porque no, de vida.

Y al igual que en el prólogo del libro, me atrevo a decir que “Los Chicos Rubios” busca ser una inspiración a la liberación de los prejuicios, de los convencionalismos y las ilusiones superfluas. Es una ficción que pretende ser un puente para naturalizar situaciones de vida que a esta altura deberían ser naturales y no importa si sólo unos pocos llegan a comprender la realidad completa de “la estatura humana” y que el resto la traicione. Son esos pocos los que mueven al mundo y le dan su sentido a la vida y a ellos dedico mis escritos.

Por último y sin quitar relevancia al espíritu de la obra, el título del libro es una de las pocas semejanzas que comparto con los protagonistas, aunque debo decir que las canas que tengo me han surgido – muchas de ellas – escribiendo esta historia que tanto amo.

Confío en que nadie dirá que personajes y escenarios como los que he retratado aquí no existen, sin embargo que este libro se haya escrito y publicado es mi prueba de que existen.

L.N. de la C. Urquiza.