Estoy Acá

Comenzamos a hacer esta película a fines de 2013. El impulso original era descubrir quiénes eran estos jóvenes africanos que vendían bijouterie en las calles de buenos aires. ¿De dónde vienen? ¿por qué están acá, en argentina? ¿Quiénes son? ¿Qué piensan sobre nuestro país? Los documentales sobre inmigración son muy comunes hoy en día y estamos acostumbrados a ver historias de inmigrantes africanos en Europa o Estados Unidos, pero no tanto en países sudamericanos, que se han revelado como un nuevo destino. Decidimos enfocar la película no solo en las dificultades que implica habitar una nueva sociedad,sino también en cómo esto cambia la forma en que un inmigrante ve a su país y a sí mismo. Nosotros, los realizadores de esta película, hemos tenido la experiencia de vivir en el extranjero, con lo cual la condición de ser inmigrante nos resultaba familiar y nos permitió relacionarnos empáticamente con la situación de Ababacar y Mbaye. Su amistad les da coraje y hace que sus sentimientos de soledad sean más fáciles de sobrellevar. Saben que pueden contar el uno con el otro, incluso si piensan de manera diferente en muchos temas y ven cómo un inmigrante senegalés debería vivir de manera opuesta. A veces, la agresión emerge, pero parecen usarla para fortalecer su carne, mantener los ojos abiertos y alejados de la tristeza. Ababacar parece admirar el coraje y la fuerza de mbaye; mbaye parece apreciar la inteligencia y la lealtad de Ababacar. Y mientras discuten y se dicen cosas duras, estos sentimientos fluyen por debajo de esas palabras como un ancla a la que siempre pueden aferrarse. Ababacar y Mbaye representan lo que está ocurriendo hoy dentro de la comunidad senegalesa que vive en el extranjero, oscilando entre la apertura a otras culturas y la precaución frente a la influencia externa.