Quizás a esta altura es necesario decir que este film no solo narra cómo dos amigos en realidad siempre estuvieron enamorados, sino que también explora las relaciones de varios personajes con la ciudad, especialmente con el clima otoñal de Nueva York, bellamente fotografiado por Barry Sonnenfeld. Es una obra de una audacia formal absoluta. Contada a través de viñetas, con intervenciones pseudo-documentales (Reiner ya conocía bien el terreno, pues había dirigido el mockumentary This is Spinal Tap) y elipsis sumamente audaces, la historia de la pragmática Sally y el pesimista Harry se convierte en un retrato de lo ridículos que podemos ser los seres humanos. Cada pequeño gesto es capaz de desencadenar una risa genuina (la mesa con la rueda de carro, la máquina de karaoke, el entrenamiento de béisbol, el fichero de pretendientes son ya elementos clásicos en la gran despensa del cine). Y el final, a su vez, es puro amor y pura ironía al mismo tiempo.
Entrada sin cargo para argentinos y residentes. Reservas en Entradas BA. Sujeto a capacidad de sala
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